
Su alma le colgaba de los dedos cual cadaver y hoja de sauce. Sus ojos estaban cerrados como dos moretones y su boca hacia una mueca de indiferencia. Llovia sobre el techo de alguien y la tierra del cementerio estaba blanda, como para morir apuñalada con pala, revivir con un riego de lagrimas. Cielo de un tono celeste gris, el color de las flores se habia vuelto plastico y el negro teñia los pañuelos de las mujeres, madres y abuelas. El gato se habia subido a un techo alto y de color verde. Alguien se habia birlado el ruido del hogar y el calor de la chimenea era invisible. Todas las camas estaban echas y una en particular estaban tan bien hecha, que parecia que no se pudiera deshacer. Se descocieron los botones de las camisas del closet y el percudido amarillo de las axilas se ha establecido permanentemente, como sintoma de una enfermedad vacunada. Ella se hacia trenzas en el pelo para representar al infinito en su propio cuerpo, para alejar al polvo y las telarañas. Las fotos de los abuelos estaban mas sepia que de costumbre, deterioradas con la vista de varias generaciones posteriores a las del fotografo. Los desabridos platos de comida alimentaban al cuerpo. Unas palomas se pusieron a cantar en su ventana todos los dias, como angeles grises que venian a pagar sus deudas. Se despegaban las tablitas del suelo, como si alguien estuviera empujandolas desde abajo. Tal vez una pesadilla se paso de lista y no marco tarjeta al salir. Se abrira la puerta con un familiar sonido de llaves y sera el trozo faltante para completar el puzzle quien cruzara la puerta. Se le habra olvidado algo, la billetera o tal vez despedirse, asi que no pudo llegar lejos. La culpa le hubiera pesado en las muñecas y el ruido de las cadenas haria coro con el chirriar de dientes. Los compromisos de amor aun seguian vigentes, ningun abogado de capucha negra y hoja afilada habia dado corte al contrato divino y terreno que los unia. Sueño no era. Solo sono el decepcionante timbre trayendo sobres con cuentas que habia que pagar con lagrimas. Su imagen no volveria, se quedaria dentro de las fotos del velador y del relicario de su cuello. La cama cada noche estaria desecha por un solo lado y ningun ronquido retumbaria las paredes. Ahora al caer llegaria hasta el suelo y se le romperian los dientes para que no sonria nunca mas. Que hacer con los cadaveres de los recuerdos esparcidos en sarcofagicas maletas y cajones, con los trajes desinflados y arrugados, colgando en esqueleticos palos, como trozos de carne en una carniceria. Que se corte la casa en dos, que ya hay una mitad que no tiene proposito. Que corte mi corazon y dejen solo lo util.
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